Orden Hospitalaria de los Caballeros de San Bernardo

Congregación bajo la protección benevolente de nuestro Capellán General, Monseñor Jean Marie Gervais, Prefecto coadjutor del Capítulo Vaticano en Roma; Don Antonio Pagano, sanpaoliano capellán y limosnero del Priorato de Isla de Francia; Don Bruno Gonella, sanpaoliano capellán y limosnero del Priorato de Turín; Monseñor Bustillo, obispo y cardenal de Córcega en Ajaccio; Don Roger Pozzi, capellán y limosnero de la encomienda de Bastia; Padre Constant, capellán y limosnero de Porto-Vecchio; Monseñor Félix-Maximilian Bogoridi-Liven, Prior del Bosque Negro, Alemania.

Bienvenido a la página web oficial de la Orden Hospitalaria de los Caballeros de San Bernardo, fraternidad antigua y honorable caballeresca de los Caballeros de Cristo. Esta página web ha sido creada para ofrecer investigaciones y reflexiones filosóficas e históricas, de modo que quienes estén interesados en el Arte de la Caballería puedan acceder a información sobre la historia y la tradición de la Caballería en general.

Esbozo del camino, promoviendo y uniendo el Arte Caballeresco en todo el mundo, la Orden Hospitalaria de los Caballeros de San Bernardo es una orden que practica y promueve la Caballería Antigua y que ha establecido una fundación para la evolución y la protección del ser humano.

La Orden de los Caballeros de San Bernardo, por su carácter cultural y espiritual cisterciense según su denominación, ejerce sus actividades bajo los aspectos filosófico, filantrópico, espiritual y de fraternidad caballeresca, así como caritativo; implementa formas activas vehiculizadas a través de folletos auténticos y de beneficencia hacia los cristianos en el mundo, y hacia todos los seres humanos sin distinción de origen, raza, posición social, situación geográfica o religión.

Lema de nuestra Orden:

No camines por el sendero ya trazado,
ve más bien donde no hay camino y deja tu huella.

Alocución de Monseñor el Príncipe Regente

Presentación sucinta de la misión:

Considero la misión apostólica que se me ha encomendado como un testimonio humilde, pero firme, de fidelidad al legado espiritual de nuestra Orden cisterciense, así como a su vocación humanista y religiosa. A la luz de la santa Tradición y de la enseñanza de san Bernardo de Claraval, concibo mi servicio como una responsabilidad de salvaguardar y fortalecer la integridad espiritual y la profundidad contemplativa de nuestra comunidad, a fin de que siga siendo una presencia viva del Evangelio en el mundo contemporáneo.

Mediante la oración, el ritmo litúrgico y el discernimiento pastoral, me esfuerzo por ser garante de la unidad entre fe, razón y caridad, contribuyendo así a la edificación de una sociedad inspirada en un humanismo auténticamente cristiano.

La Iglesia nunca puede renunciar a la misión de anunciar el Evangelio, expresión viva del amor misericordioso del Padre por cada ser humano.

Papa Francisco, Evangelii Gaudium, § 24